La educación consciente desde la infancia


La educación va cambiando con el paso del tiempo, el concepto educativo evoluciona según el momento en el que la sociedad se encuentra en base a sus creencias, a sus investigaciones, a sus logros y a sus fracasos. La sociedad es el reflejo de la educación que obtuvieron los que ahora son adultos y gracias esto nos permite ver, observar y analizar dónde podemos mejorar, pero debemos ir con cuidado pues los puntos que nosotros mismos debemos mejorar para educar a nuestros hijos y en general a los niños de hoy también los debemos trabajar nosotros puesto que son nuestras debilidades. Si alguien tiene la creencia de que se han perdido muchos valores que había antiguamente y ve que los niños de hoy no actúan en base a estos valores lo primero que debe analizar es ¿porque sucede esto? Es muy probable que llegue a la conclusión de que los padres de hoy han cambiado patrones educativos en referencia a sus padres.

Pero cuando alguien cambia algo ¿porque suele ser?, a menudo solemos cambiar las cosas que creemos que podemos mejorar porque tenemos una visión un poco más elevada. Si bien es cierto que antiguamente los niños respetaban más a los adultos, también lo es que los niños de antes respetaban por miedo a los castigos y a las represalias de sus padres y profesores. En ese sentido los padres y profesores de hoy han evolucionado bastante, puesto queahora el trato entre padre e hijo o profesor alumno nace desde el respeto por parte de los adultos pero a menudo se pierde el respeto por parte de los niños. Y es en este punto donde me gustaría hacer una reflexión para los padres y profesores de hoy ¿cuánto tiempo pasan al día con sus hijos, y en el caso de los profesores con sus alumnos? Y de ese tiempo que pasan los padres con los hijos ¿qué parte del tiempo la dedican el cien por cien a estar con el niño, escuchándole, hablándole y jugando con él? A menudo nos encontramos que las obligaciones sociales no otorgan demasiado tiempo libre para nosotros y en consecuencia para los niños, la mayor parte del tiempo que los padres pasan con los niños estarán realizando las obligaciones del hogar, y esto es debido a que hoy se trabaja muchísimo tiempo fuera de casa y la sociedad va a un ritmo acelerado. El adulto de hoy cada vez carece más de tiempo libre y la consecuencia es que no le queda tiempo para dedicar a los niños. Y volviendo a la pregunta anterior ¿cuánto tiempo pasa un profesor con un niño en el colegio?

Hoy en día el tipo de enseñanza educativa que se da en los colegios se basa principalmente en un sistema de información cultural como preparación para forjar a un adulto inteligente y capaz de desenvolverse en nuestra sociedad. Pero la realidad es que cuando los niños dejan de ser niños y pasan a ser adultos realmente se están encontrando con muchísimas dificultades en el ámbito laboral, y más importante es que la mayoría de esos adultos sienten una desconexión de su camino y acaban siendo infelices. Los niños necesitan desde bien pequeños aprender a conectar con el corazón, integrar los valores del alma, comprender que todos juntos estamos viviendo una experiencia de unión, que lo que hoy hace una persona aquí mañana tendrá una repercusión en el otro lado del mundo. Para tener una sociedad feliz necesitamos aprender a conectar con el corazón y encaminarnos en el hermoso sendero del amor, para ello podemos servirnos del equilibrio y los valores que nos acercan a la unión con los seres que están a nuestro alrededor y que recorrerán ese camino de la vida junto a nosotros.

Desde Agartam educación animamos a los papás y mamás a que dediquen más tiempo de calidad con los niños, por lo menos diez minutos al día a dedicar toda su atención para lo que necesite el niño. Si realmente sientes que es mucho tiempo entonces es que estas en la burbuja del estrés social y necesitas salir de esa burbuja para poder mostrar el amor hacia tu hijo.

También instamos a que los profesores y que los maestros de los niños de todas las edades les ayuden a comprender la importancia que tiene el equilibrio en sus vidas, pues el equilibrio se encuentra detrás de cada acción. Cualquier cosa que hacemos en nuestro día a día la podemos hacer de manera equilibrada o desequilibrada y esto es lo que nos va a ayudar a que realmente nos sintamos bien o a que sin darnos cuenta caminemos hacia un desequilibrio tan grande que nos perdamos del camino del corazón. Es importante que los maestros y profesores puedan enseñarles valores puesto que pasan mucho tiempo con ellos y no es difícil hacer una fusión entre las materias del colegio y los valores. Un profesor que enseña clase de lengua castellana puede dar pequeñas pinceladas para que los niños entiendan que el lenguaje y la expresión respetuosa hacia los demás seres está intrínsecamente ligada, una maestra de matemáticas puede enseñar a sumar y restar a la vez que les explique la importancia de manejar los números con honestidad y honradez. Un profesor de educación física puede ayudar a la importancia de que los niños entiendan que trabajar en equipo y colaborando los puede enriquecer muchísimo. En general los maestros y profesores pueden ayudar muchísimo a los niños con pequeñas pinceladas que ayuden a reconectar a estos niños con su ser, a que sean niños conscientes y que la base de estos niños sea el equilibrio y el amor nacido de los valores que nos acercan a la armonía y a la paz con los que están a nuestro alrededor, y por supuesto a la integración de esa experiencia que estamos viviendo todos juntos como unidad comprendiendo que todo lo que hacemos influye en una escala superior a otras personas y que lo que las otras personas hacen nos influye nosotros.

Desde Agartam educación te animamos a que en este ciclo lunar desde la serenidad y el amor dediques 10 minutos al día tanto si eres profesor, padre, maestra o madre y te tomes esos diez minutos para transmitir a los niños la importancia que el equilibrio tendrá en su vida, a que aprendan a amar a los demás desde los valores nacidos del corazón y a que entiendan la unidad y las repercusiones que ésta tiene para todos.

Artículo escrito por Liberto Bosch





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